La
violencia, es un comportamiento deliberado que puede provocar daños físicos o
psíquicos al prójimo. Es importante tener en cuenta que, más allá de la
agresión física, la violencia puede ser emocional mediante ofensas o amenazas.
Existen
manifestaciones violentas que son aprobadas por la ley y por el Estado. Por
ejemplo, la pena de muerte es legal en numerosos países democráticos. Sin embargo, muchas asociaciones civiles
consideran que todo asesinato (sea legal o no) es una violación de los derechos
humanos.
La
inseguridad ciudadana genera, a su vez, el incremento del uso-tenencia de
armas. El incremento de la delincuencia y la poca eficacia de los organismos de
seguridad y del Estado mismo para erradicar la delincuencia ha generado un
clima de inseguridad que incrementa la violencia porque hay cada vez un mayor
porte de armas en la población civil. El uso de armas en la vida cotidiana
aumenta la violencia y el miedo.
Es
importante subrayar que lamentablemente en los últimos años ha adquirido una
gran presencia en la sociedad de todo el mundo lo que se conoce como violencia
de género. Esta es la que se produce sobre una persona en base a su sexo o a su
género, no obstante, fundamentalmente se utiliza para referirse a la que los
hombres ejercen sobre sus mujeres.
Los
hombres en la sociedad dominicana aprenden a ser “machos” u “hombres” con las
peleas entre pares en la vecindad, el barrio, la escuela y la familia. El uso
de la fuerza y la violencia ha convertido a los hombres en seres “agresores”
contra su familia y contra las personas de su entorno. De ahí el uso continuo
de armas blancas y de fuego para fortalecer su imagen viril.
¿Alguna
vez sentiremos placer al trabajar? ¿Trabajaremos por placer y no por dinero?
Son preguntas que dudo sean contestadas con objetividad, pues siempre habrá un
pero.
La
actividad artesanal se desvanece cada vez más debido al estilo de vida que el
ser humano ha forjado a través del tiempo, el desarrollo de nuevas tecnologías,
el surgimiento de la modernidad, el capitalismo, el consumismo y sistemas de
gobiernos desinteresados por el bien común,
son algunos factores que afectan al pensamiento artesanal.
Las
personas solían desempeñar ciertas actividades
porque les gustaba lo que hacían y por qué lo hacían, porque les
generaba satisfacción o crecimiento espiritual, no para ganar dinero, pero en
esta sociedad actual los seres humanos son cada vez más individuales y
preocupados por el qué dirán y en cómo
van a sobrevivir económicamente, sin pensar qué los hace realmente feliz. Esto
se debe a que se ha creado una sociedad superficial.
De
querer trabajar, lo ideal sería que fuera algo que nos guste, en algo que nos
podamos desarrollar como seres humanos, que alimente nuestro espíritu y
pensamiento. Esto parece ser una meta
difícil de alcanzar en la actualidad, no porque no existan estos
trabajos, sino porque tenemos necesidades que cubrir que se harán difíciles teniendo estos trabajos porque el sistema
económico, político y social no lo permite.
Aquélla
persona que decida no ser parte de la masa y tener un trabajo que le haga feliz
no será bien vista por la sociedad debido a que tendrá un trabajo que no es
prestigioso, no tendrá un gran puesto de trabajo. En la sociedad actual, es
raro ver a una persona que ame lo que haga sin importarle la recompensa
monetaria que esto implica, es tildado de raro o de persona que no piensa en el
futuro.
Hemos
perdido las ganas de alimentarnos espiritualmente, ahora nos da flojera pensar,
analizar las situaciones y ser seres pensantes o críticos. Solo actuamos en
función de las quejas, quejas que no sirven para nada, que son sinónimo de
estrés y desencanto por lo que se hace o por lo que está pasando, pero lo más
triste de todo es que no se hace nada para cambiar ese estado monótono de
desdicha, de incomprensión y estrés.
Según
el nuevo sistema actual, debemos ser parte de la monotonía del trabajo para
poder tener un “futuro asegurado”, y la mejor parte de todo esto es que no es
cierto, sí necesitamos dinero para cubrir ciertas necesidades básicas, pero no
es indispensable para poder vivir y ser seres felices.
“Pertenezco
al género de los escritores artesanos, aquellos que no sufren con el trabajo,
como se quejan algunos, pero que realizan su quehacer con ahínco, bulto a
bulto.”
Con
el surgimiento de la modernidad se crea una forma de poder llamada “biopoder”,
con el que se pretende manejar la vida del ser humano a través de espacios
cerrados fuertemente disciplinados. El biopoder de las sociedades
disciplinarias es el poder en las primeras etapas del capitalismo.
La disciplina es el biopoder por excelencia de
la era industrial, con el que se ata a los individuos a posiciones, acciones,
gestos e incluso creencias, propios de cada lugar fabricado por los poderes
productores.
La escuela y la fábrica trabajan según planes
organizados y esquematizados, pero se llevan a la práctica siempre sobre los cuerpos
individuales, uno por uno, para amoldarlos al cuerpo mayor de la plantilla, o
del alumnado, y así sucesivamente, según se van empleando diferentes individuos
psíquicos y/o colectivos.
En
otras palabras, el biopoder es una forma de poder que se da a largo plazo, no
es inmediato, se da progresivamente, se da sobre cada uno de los cuerpos que
están a disposición de la institución que detenta al poder.
Bien es sabido el psicopoder es mucho más
eficiente que el biopoder, esto se debe a que la mente humana es manipulable.
Esto no quiere decir que no seamos seres pensantes, por el contrario, la
capacidad de sentir es lo que nos hace ser tan manipulables, no siempre se
puede ser un ser humano racional.
El psicopoder es la forma de poder en el que
el sistema político – tecnológico se apodera del pensamiento o racionalidad del
ser humano. Mientras que el biopoder.
En la economía actual del consumo, la imposición del psicopoder es cada vez más
fuerte como forma de control sobre la mente del ser humano, en otras palabras,
en la manipulación masiva y explotadora.
Explotan la atención, el deseo y la memoria a
través de un juego mental, un truco de magia –como me gusta llamarle- . Es, en
pocas palabras, una manera de controlar al ser humano de cualquier manera y
bajo cualquier circunstancia, aprovechándose de él.
Aunque el psicopoder sea un ejercicio
irresponsable, económicamente hablando
genera ganancias a las grandes empresas, pero denigra al ser humano, y provoca
un retroceso en el pensamiento espiritual y libre del ser humano.
Es
como si existiera un gran monstruo del cual no podemos liberarnos, que quiere que el ser humano se convierta en un
consumidor aceptable para el propio sistema globalizado de capitalismo de
consumo. Es imposible liberarse de él si el ser humano deja de ser racional.
El
psicopoder controla a los seres humanos a tal punto de volverlos seres
individuales, los convierte en seres humanos pertenecientes a una masa, a un
grupo de individuos que “están a la moda”, que “necesitan la aceptación de los
demás para ser felices”. El psicopoder va dirigido a esa masa, a esas personas
que no están seguras de lo que quieren, que han sido manipuladas durante toda
su vida, personas que pertenecen a una masa individualista y superficial.
Yarima
es una indígena yanomami que cuando tenía ocho años de edad vivía con su pueblo
en la selva amazónica, cerca de la frontera entre Venezuela y Brasil, cuando
conoció al antropólogo estadounidense Kenneth Good.
Good
se adentró en los bosques en 1977, como miembro de una expedición universitaria
estadounidense que investigaba la alimentación yanomami. Le gustó la vida allí
y se quedó con los yanomamis durante 11 años.
Yarima
y Good, se casaron en 1983, cuando Yarima había cumplido 14 años. Pero un día
Good viajó a Caracas y ella fue raptada por varones de otra aldea y, según la
costumbre yanomami para mujeres sin marido, pasó a ser la mujer de todos.
El
antropólogo logró recuperarla dos años después. Pero en 1987 decidió volver a
su país, llevando a Yarima embarazada de su primer hijo, al que siguieron dos
más. Esta historia y los primeros años de Yarima en Estados Unidos son contados
por Good en un libro publicado en 1991: "Dentro del corazón".
La
prensa, especialmente la televisión, la convirtió en una especie de Cenicienta
etnológica, pero el desenlace de la historia aportó un dato dramático a los
cuentos de hadas: la barrera cultural que impide un final feliz.
Sin
aprender inglés, Yarima no se adaptó a la vida
de Nueva York, vivía deprimida y le decepcionaba ver cómo sus propios
hijos rechazaban la naturaleza, al punto de detestar poner los pies en el
césped.
La
aparentemente idílica historia de la pequeña yanomami llevó a una cadena de
televisión a producir un documental sobre su vida. Para eso Yarima y Good
volvieron en 1993 a los bosques amazónicos con un equipo para filmar en el área
yanomami.
Yarima
desapareció en la selva y fue dada por muerta. Sólo ahora se supo que está
viva, a los 28 años, casada con un yanomami, con el que tiene otro hijo de año
y medio. La descubrió una expedición científica estadounidense en noviembre
pasado. Quedó
claro que ella se fugó en 1993, abandonando a sus tres hijos, a Good y a Nueva
York, para volver a vivir en su tierra natal.
Para ver el documental completo les dejamos el video:
En estos tiempos lo privado se ha convertido en lo publico. Antes las personas se cuidaban de que sus asuntos privados y personales no fueran ventilados en espacios públicos, sin embargo ahora todo o privado y la intimidad de las personas esta sumamente expuesta principalmente en las redes sociales.
Esta situación trae consigo muchos riesgos de los cuales las personas al parecer se han olvidado.
Principalmente los adolescentes ven en las redes sociales una nueva forma de pertenecer a un grupo y se produce un desvanecimiento de barreras entre lo publico y lo privado. En las redes el usuario escoge que y donde exponer.
La intimidad y protección de a privacidad se ve afectada por las redes sociales ademas por la confianza y el desconocimiento de los usuarios, quienes dan primacía a la comunicación por encima de la intimidad. Este fenómeno se conoce como extimidad, intimidad hecha publica a través de las nuevas redes de comunicación.
Los demás viven a espera de que las personas expongan sus asuntos en las redes. La situación esta fuera de control cuando se llega al punto de hacer una publicación de absolutamente todo lo que se hace, supongo que sin pensar as consecuencias de esta acción.
Deben recuperarse los espacios donde lo privado se mantiene de este modo. Y la intimidad deje de estar tan expuesta en las redes sociales. El uso de las redes puede ser divertido y seguro siempre y cando sepas evitar los peligros.
La inteligencia emocional agrupa al conjunto de actividades psicológicas que premien apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de los demás, y utilizar esa información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento.
La inteligencia racional se refiere a la capacidad o habilidad para aprender de la experiencia, adquirir rápidamente nuevos conocimientos, resolver problemas.
Muchas veces quienes tienen un alto nivel de inteligencia emocional no son capaces de relacionarse bien con los demás y manejar sus emociones, y son incapaces de relacionarse con sus equipos de trabajo. Mientras que a veces aquellos que tienen un bajo nivel de inteligencia racional suele tener de manera as desarrollada la inteligencia emocional y se les hace mas fácil relacionarse con los demás y maneja sus emociones.Vinculan mejor la emociones y entienden las emociones de los demás.
La inteligencia emocional esta dada a tomar las decisiones y analizar las situaciones desde las emociones, dejándose llevar y guiándose po lo que hace bien a los sentimientos y las emociones, mientras que la inteligencia racional se centra en la razón viendo todo de manera racional, sin darle espacio a las emociones.
La mente no selecciona
las emociones, los sentimientos surgen espontáneamente; sin embargo, la mente
racional puede controlar el curso de las emociones. Otra característica importante
de la mente emocional es la asociativa; es decir, toma elementos que simbolizan
una realidad y busca en su repertorio situaciones parecidas, de modo que las
cosas o situaciones no necesariamente tienen que estar definidas por su identidad
objetiva, lo que importa es la manera cómo son percibidas; pero en la mente racional
ocurre lo contrario, allí se establecen conexiones lógicas de causa-efecto.
Además, la mente emocional suele ser infantil, de modo que desarrolla un
pensamiento categórico y personalizado; este comportamiento infantil es
autoafirmador, dado que obvia los recuerdos o hechos que afecten sus
convicciones y se aferra a aquellos que las soporten. La mente emocional considera
sus convicciones como absolutamente ciertas y no toma en cuenta las evidencias
en su contra.
Otra diferencia importante entre la mente emocional y la racional, es que la
primera reacciona al presente como si fuera el pasado, si está frente a una situación
parecida a una ocurrida en el pasado, que estuvo acompañada de cierta carga
emocional. De este modo, cada sentimiento tiene su propio repertorio definido
de pensamiento, reacciones y recuerdos, los cuales permanecen activos en la
memoria emocional. Ante la necesidad de una respuesta rápida, la mente
emocional reorganiza esta memoria y selecciona las opciones para la acción. Esta
respuesta está representada por una serie de cambios que se ponen en marcha
en el organismo en situaciones análogas.
La mente emocional tiene su asiento en el Sistema Límbico, estructura ubicada
bajo los hemisferios cerebrales, por lo que desde el punto de vista evolutivo es
anterior al desarrollo de la corteza, zona donde radica la mente racional. El
Sistema Límbico no posee control sobre si mismo, de allí su especificidad de
respuesta rápida frente a una situación alarmante. Por ello, necesita una especie
de “Administrador” que le indique cómo y cuando actuar para dar sentido a la
situación emocional y modular la respuesta impulsiva. Este administrador racional se
encuentra en el lóbulo frontal de la corteza cerebral, ubicado justo detrás de la mente.
De lo anterior se evidencia que la respuesta emocional, conjuntamente con la respuesta racional, determinan las características de la personalidad y condicionan
la manera en que un individuo es percibido, su posibilidad de respuesta y adaptación
social, pero especialmente las emociones representan un elemento importante
para la vida del ser humano, tanto desde el punto de vista biológico como en lo
que respecta a sus relaciones con otros miembros de la sociedad.
En este sentido, Araya (2002) señala que “ambos aspectos del ser humano
(racionalidad y emoción) están íntimamente ligados e interactúan cada vez que se
genera una conducta.
Eminentes educadores modernos conceden más importancia a la inteligencia
emocional en detrimento de la meramente intelectual o racional, destacando que
para triunfar en la vida, no solo hay que poseer muchos conocimientos sino
que es indispensable tener capacidad para establecer relaciones positivas con los
demás, gozar de profunda autoestima, tener habilidades para superar las
dificultades, valorar a las personas, no amilanarse ante los fracasos; en síntesis
hay que desarrollar la afectividad hacia los otros y así mismo saber manejar las
propias emociones.
Lo básico es, que las personas aprendan a leer, a escribir y a realizar las operaciones
matemáticas básicas, sin preocuparse por si los niños y jóvenes adquieren o no
habilidades para enfrentar las vicisitudes de la vida, ni por las cada vez más
frecuentes y graves conductas disruptivas que entre ellos se observan, y que
constituyen manifestaciones de analfabetismo emocional. .
El sujeto del rendimiento no sufre una explotación externa: es dueño de sí mismo y se auto-explota. Más adelante volveremos sobre este tema, uno de los leitmotivs de Byung-Chul Han. El sujeto auto-explotado hace del multitasking una práctica que “modifica radicalmente la estructura y economía de la atención. Debido a esto la percepción queda fragmentada y dispersa”. El sujeto necesita espacios para estar consigo mismo.