El autor describe una sociedad capitalista que evoluciona a partir de los años sesenta y conlleva la fragmentación de las instituciones y de la cultura. Los años noventa se convierten en la década ideal del nuevo capitalismo, es la época de la industria de la alta tecnología, los servicios financieros y los medios de comunicación. Todos estos cambios hacen que la sociedad adopte una mentalidad a corto plazo, y esto afecta también a las concepciones del gobierno. La sociedad ya no es estable, habla de una sociedad cambiante en la que los trabajadores se ven obligados a moverse de un sitio a otro en busca de trabajo. El desarrollo de una sola habilidad bien hecha se convierte en algo del pasado, y a esto mismo, al pasado, renuncian los miembros de una sociedad consumista que cambian lo viejo por lo nuevo. A finales del siglo XX los accionistas toman el poder en las grandes compañías, la banca mercantil se hace internacional y aparecen nuevas tecnologías en el campo de la fabricación y la comunicación como el correo electrónico. Las empresas necesitan reinventarse, tienen que ser dinámicas y resultar atractivas para los inversores. Esta nueva sociedad capitalista es abrumadora, estresante, dinámica e inestable debido al frenesí de los mercados o el auge y el derrumbe de las fábricas, entre otros muchos motivos.
Richard Sennett analiza las relaciones laborales y hace énfasis en el abandono del trabajo artesanal y la necesidad de adaptarse a varias habilidades en lugar de centrarse en una y hacerla bien. Introduce el concepto de organizaciones flexibles. Se refiere a las empresas en las que sus empleados deben adaptarse a las circunstancias, ser tolerantes y no aferrarse a su puesto. Esto ocurre especialmente con el trabajo temporal, produciendo estrés en los trabajadores al tener un futuro incierto. Otro problema que plantea es la desigualdad refriendose a los salarios y a la desaparición de las capas intermedias que provocan una distancia social entre el sector más alto y el más bajo. Expone ademas que todo esto ha dado lugar a tres problemas sociales en el trabajador: una baja lealtad institucional, la disminución de la confianza informal entre trabajadores y el debilitamiento del conocimiento institucional. A su vez, estos tres problemas dan lugar a las instituciones de vanguardia, según Sennett, empresas con autoridad y débil poder centralizado.
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